Explora qué estilo de yoga armoniza mejor con tu constitución ayurvédica.
Encuentra la práctica ideal para equilibrar Vata, Pitta o Kapha y potenciar tu bienestar.

Ayurveda y Yoga: Dos Sabidurías Que Se Complementan
Yoga y Ayurveda nacen de la misma raíz filosófica en la India. Ambas disciplinas entienden que la salud y el bienestar dependen del equilibrio interno, y ambas proponen herramientas para cultivar ese equilibrio en el día a día. Mientras que Ayurveda clasifica a las personas según tres energías o doshas —Vata, Pitta y Kapha—, el yoga puede convertirse en una vía preciosa para armonizar esos desequilibrios y adaptar la práctica a la naturaleza única de cada persona.
Conocer tu dosha predominante no es solo un dato curioso, sino una clave para entender cómo responde tu cuerpo y mente ante el movimiento, el esfuerzo y el descanso. Y desde ahí, elegir un estilo de yoga adecuado puede potenciar tu energía vital y equilibrar las tendencias que te desequilibran.
¿Qué Son los Doshas?
Según Ayurveda, todos estamos hechos de una combinación de cinco elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra. De su mezcla nacen tres principios o doshas que gobiernan el cuerpo y la mente:
- Vata (éter + aire): Ligero, seco, móvil y frío. Relacionado con el movimiento, el sistema nervioso y la creatividad.
- Pitta (fuego + agua): Caliente, intenso, agudo. Asociado con la digestión, el metabolismo y la voluntad.
- Kapha (agua + tierra): Pesado, estable, frío y húmedo. Vinculado con la estructura corporal, la calma y la resistencia.
Cada persona tiene una proporción única de estas energías, pero suele predominar una o dos. Cuando alguna se desequilibra, aparece malestar físico o emocional.
Yoga Para Vata: Calma y Tierra
Las personas Vata suelen ser creativas, dinámicas y entusiastas, pero tienden al exceso de movimiento mental y físico. Son propensas a la ansiedad, el insomnio y la dispersión. Por eso, el yoga ideal para equilibrar Vata debe aportar estabilidad, calor y serenidad.
Estilos recomendados:
Hatha Yoga, Yin Yoga y Yoga Restaurativo son ideales, porque priorizan secuencias suaves, respiraciones profundas y permanencia en posturas que invitan a calmar el sistema nervioso.
Claves en la práctica:
Evitar clases demasiado rápidas o exigentes. Priorizar secuencias que inviten a enraizar, sostener y soltar. Las posturas de flexión hacia adelante, torsiones suaves y asanas en el suelo son especialmente beneficiosas para devolver seguridad y quietud.
Yoga Para Pitta: Enfriar y Moderar
Las personas Pitta son determinadas, ambiciosas y muy enfocadas. Les encantan los retos, pero ese fuego interno las hace proclives a la irritación, el perfeccionismo y el agotamiento por exceso. Su yoga ideal ayuda a enfriar, soltar control y relajar la exigencia.
Estilos recomendados:
Yin Yoga, Yoga Restaurativo y clases de Vinyasa suaves con énfasis en la respiración lenta. También prácticas de meditación y pranayama refrescantes como Sheetali o Nadi Shodhana.
Claves en la práctica:
Evitar clases competitivas o secuencias demasiado calurosas y exigentes (como Hot Yoga). Buscar posturas de apertura de pecho, suaves torsiones y descansos largos entre secuencias. El enfoque no está en alcanzar logros físicos, sino en regular la intensidad emocional y mental.
Yoga Para Kapha: Activar y Despejar
Kapha es sólido, estable y compasivo. Personas con predominio de este dosha tienen resistencia natural, pero pueden caer en la inercia, pesadez y apego al confort. Su yoga debe aportar dinamismo, ligereza y energía.
Estilos recomendados:
Vinyasa Yoga, Ashtanga Yoga o cualquier clase con ritmo moderado-alto que movilice articulaciones, despierte la circulación y cree calor interno. También secuencias de pranayama vigorosas como Kapalabhati.
Claves en la práctica:
Evitar clases demasiado lentas o estáticas. Incorporar saludos al sol, invertidas suaves y secuencias en pie que activen el cuerpo y la motivación. Lo importante no es la dificultad, sino moverse de forma sostenida y con alegría.
¿Cómo Saber Mi Dosha?
Aunque existen tests ayurvédicos orientativos, lo ideal es consultar a un especialista en Ayurveda que realice una lectura completa de tu constitución física, mental y emocional. Sin embargo, puedes reconocer ciertas tendencias:
- Si eres nerviosa, ligera y te cuesta dormir, puede que tengas mucho Vata.
- Si eres intenso, perfeccionista y te irritas con facilidad, predomina Pitta.
- Si sueles sentir pesadez, letargo y prefieres lo cómodo, tal vez tengas mucho Kapha.
Lo más habitual es ser una combinación de dos doshas. Y según la estación, la alimentación o las emociones, uno u otro puede alterarse.
Yoga y Ayurveda: Un Encuentro Personal
Combinar yoga con Ayurveda es practicar desde el autoconocimiento. Significa adaptar la intensidad, el ritmo y los objetivos de la clase no solo al estado físico, sino al estado emocional, mental y energético del momento.
Es una invitación a dejar de pensar que “hay un yoga para todos” y empezar a comprender que “hay un yoga para cada uno”. Ese es el valor real de personalizar la práctica según tu dosha: convertirla en un espacio de cuidado y equilibrio que te devuelva a ti.
El Yoga que Escucha tu Naturaleza
Cuando eliges una práctica de yoga que respeta tu naturaleza, todo cambia.
Deja de ser un esfuerzo externo para convertirse en una medicina interna. El cuerpo se relaja, la mente se aquieta y la energía se armoniza. No es casualidad que los sabios de la India unieran estas dos ciencias. Juntas, ofrecen una herramienta poderosísima para vivir mejor, más en sintonía contigo y con la vida.
Yoga no es solo posturas, es autoconocimiento. Y el Ayurveda te da el mapa para empezar a explorarte.
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