También conocida como la postura de la vela con soporte, es una asana profundamente significativa en la práctica del yoga.

Su nombre proviene del Sánscrito, donde «Salamba» significa «con soporte» o «apoyado», «Sarva» significa «todo» y «Angasana» significa «postura del cuerpo».

Esta postura, que implica levantar las piernas y el torso del suelo mientras se apoya el cuerpo con los brazos y los hombros, encarna una serie de significados y beneficios tanto físicos como espirituales.

Beneficios físicos de Salamba Sarvangasana

Físicamente, Salamba Sarvangasana fortalece los músculos de la espalda, los hombros, los brazos y el cuello. También estimula la tiroides y la glándula pituitaria, lo que puede tener un efecto positivo en el metabolismo y el equilibrio hormonal. Además, al invertir el cuerpo, esta postura mejora la circulación sanguínea hacia el cerebro, lo que puede aumentar la claridad mental y la concentración.

Salamba Sarvangasana y sus beneficios mentales y espirituales

Sin embargo, más allá de los beneficios físicos, Salamba Sarvangasana tiene un profundo significado espiritual en la práctica del yoga. Al levantar el cuerpo hacia arriba y sostenerlo con los brazos y los hombros, el practicante se esfuerza por elevarse por encima de las limitaciones físicas y mentales, buscando una conexión más profunda con su ser interior y con lo divino.

Esta postura nos invita a cultivar la fuerza, la estabilidad y la confianza en nosotros mismos, al tiempo que nos recuerda la importancia de mantener el equilibrio y la armonía en todas las áreas de nuestra vida.

Además, Salamba Sarvangasana nos enseña a encontrar apoyo tanto en nuestro interior como en nuestro entorno.

Nos recuerda que, al igual que necesitamos una base sólida para sostener nuestro cuerpo en esta postura, también necesitamos una base sólida de valores, principios y relaciones saludables para sostenernos en la vida cotidiana. Al aprender a confiar en nuestro propio poder y fortaleza interior, podemos enfrentar los desafíos con gracia y determinación.

En resumen, Salamba Sarvangasana es mucho más que una simple postura física en la práctica del yoga.

Es un recordatorio de nuestra capacidad para elevarnos por encima de nuestras limitaciones, encontrar equilibrio y fuerza en nuestro interior, y conectar con lo divino en nosotros y en el mundo que nos rodea.

Al incorporar esta postura en nuestra práctica diaria, podemos cultivar un sentido más profundo de autoconocimiento, bienestar y conexión espiritual.

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