Santosha: El Arte de Estar Bien con lo Que Hay

El sentido profundo de Santosha, un principio esencial del yoga que invita a cultivar la aceptación y la calma interior en medio de lo imperfecto.

Santosha: El Arte de Estar Bien con lo Que Hay

Vivimos atrapados en la cultura de la insatisfacción. Desde que amanece hasta que cae la noche, algo nos impulsa a buscar más: más éxito, más control, más seguridad, más reconocimiento, más experiencias. Sin darnos cuenta, esa constante búsqueda se convierte en el ruido de fondo de nuestra vida. En ese escenario de inmediatez y expectativas desbordadas, la filosofía del yoga ofrece un principio olvidado pero profundamente liberador: Santosha, el arte de estar bien con lo que hay.

¿Qué es Santosha?

En la filosofía clásica del yoga, codificada en los Yoga Sutras de Patanjali, existen una serie de principios éticos y actitudes vitales que orientan no solo la práctica sobre la esterilla, sino la forma en que transitamos la existencia. Entre ellos se encuentra Santosha, que suele traducirse como “contento” o “aceptación”. Sin embargo, su sentido profundo va mucho más allá de una mera resignación.

Santosha no significa conformarse, sino aprender a estar en paz con lo que el momento ofrece. Es un estado interior que no depende de que las circunstancias sean perfectas, sino de una actitud que sabe encontrar bienestar incluso en medio del desorden.

El Yoga Como Camino Hacia la Satisfacción Profunda

Cuando uno se acerca al yoga, a menudo lo hace buscando cambiar algo: aliviar el estrés, ganar flexibilidad, calmar la mente. Pero pronto descubre que el mayor beneficio no está en lo que mejora, sino en lo que deja de importar. El yoga enseña a reconciliarnos con lo que somos hoy, tal como estamos. Esa reconciliación es Santosha.

Es fácil sentir bienestar cuando todo marcha según lo planeado, cuando los proyectos avanzan, las relaciones fluyen y la salud acompaña. Pero el verdadero arte está en aprender a habitarse también en los días inciertos, cuando las cosas no salen como uno quisiera. Santosha es la serenidad que no depende del resultado. Es la capacidad de estar completos incluso en medio de lo inacabado.

Aceptar No Es Resignarse

Uno de los grandes malentendidos sobre Santosha es confundirlo con pasividad. Aceptar no significa quedarse quieto ante la injusticia, el dolor o el propio deseo de transformación. Significa, más bien, dejar de pelear contra lo que no se puede cambiar en este momento y actuar desde un lugar de calma, no desde la desesperación.

En la esterilla, esa actitud se vuelve evidente. Hay días en que el cuerpo se siente ligero y receptivo, y otros en los que cada postura parece una batalla. La práctica de Santosha invita a dejar de medir el valor del día por lo que se logra. A permanecer presentes en lo que hay, sin nostalgia por lo que fue ayer ni ansiedad por lo que vendrá.

Santosha en la Vida Diaria

Fuera de la esterilla, Santosha es un recordatorio constante. Cuando el tráfico se convierte en una trampa, cuando los planes cambian sin previo aviso, cuando una conversación no tiene el desenlace esperado, hay una pequeña rendija por la que asomarse al contento silencioso de estar vivo, respirando, presente.

No se trata de negar el dolor o la incomodidad, sino de reconocer que incluso en medio de eso hay algo valioso, algún aprendizaje, alguna belleza inadvertida. Practicar Santosha es aceptar la imperfección como parte intrínseca de la vida, comprender que ningún instante es absoluto y que todo pasa, lo bueno y lo incómodo.

La Contracultura de la Satisfacción Interior

En una sociedad que nos enseña a buscar siempre fuera, cultivar Santosha es casi un acto revolucionario. Es negarse a entrar en la carrera de la comparación, a medir la valía por los logros, a supeditar la felicidad a las condiciones externas. Es vivir desde dentro hacia fuera.

Cuando uno empieza a entrenar esa actitud —primero en la esterilla, luego en las situaciones más simples del día—, descubre que la verdadera paz no depende de un estado ideal de cosas, sino de una forma de mirar. Que se puede sentir gratitud en medio del caos, serenidad en el dolor, y belleza en la imperfección.

Santosha No Se Llega, Se Practica

Como todo en el yoga, Santosha no es un destino al que se llega, sino una práctica constante. Habrá días en que nos sintamos naturalmente agradecidos y otros en que la insatisfacción vuelva a ocupar espacio. Lo importante es mantener la conciencia de esa elección interior: volver una y otra vez a la calma de aceptar la vida tal como es en este momento.

Cuando aprendemos a habitar cada instante, a abrazar lo imperfecto, dejamos de posponer la felicidad para cuando las cosas sean distintas. Y ahí, sin darnos cuenta, empezamos a vivir.

Un Camino de Contento Silencioso

Santosha no es un dogma, sino una práctica viva. Una actitud que se cultiva con cada respiración consciente, con cada aceptación humilde, con cada renuncia a la expectativa imposible. Es un recordatorio de que podemos habitar la calma en medio de la tormenta, que siempre hay belleza en lo cotidiano, y que estar bien con lo que hay es, en realidad, el acto más profundo de libertad.

Porque la verdadera riqueza no está en acumular logros o evitar el dolor, sino en ser capaces de mirar la vida con ojos serenos, tal como viene, y decirnos: esto, también, está bien.


¡Únete a nosotros y descubre los increíbles beneficios del Yoga!

Reserva tu clase en nuestro centro o en nuestra App

Related Posts

Leave a Reply