AGATA

“El Yoga ha tenido un gran impacto sobre mi vida. En yoga aprendí a seguir mi propio ritmo, aprendí escuchar mi propio cuerpo y mente y no mirar a los demás.”

“En las clases me gusta transmitir a mis alumnos que sigan su propio ritmo, no el de las otras personas en la sala; que escuchen su propio cuerpo y su propia respiración. Para mí el yoga ayuda a buscar el equilibrio, la moderación; enseña a perseverar, no solo en el mat, sino en nuestro día a día.»

Agata descubrió Ashtanga Vinyasa yoga en 2002 en un centro deportivo en la Universidad de Inglaterra donde estudiaba Psicología. Al finalizar sus estudios en Inglaterra y ya en Polonia, su país natal, comentó su búsqueda personal.

Mientras trabajaba en RRHH en una corporación, e impartía clases de Psicología en la Universidad, en su tiempo libre se dedicaba a la práctica y estudio de Ashtanga Yoga. Al nacer su primer hijo dejó su trabajo en la empresa para dedicarse exclusivamente a su hijo. Durante todo este tiempo fue fiel a Ashtanga y lo practicaba a diario. Le cautivó su fluidez y fuerza. Realizó distintos talleres con profesores de gran prestigio: John Scott, Lino Miele, Kino Mcgregor, ManjuJois, Peter Samson, David Keil, Ronald Steiner y Taric Van Prehn.

Tras mudarse a Madrid con su familia, se formó como profesora de Ashtanga Vinyasa Yoga por Asociación International de Profesores de Yoga Sananda en Yoga Center. Afianzó su conocimiento con los estudios de “Experto en Yoga Terapéutico” acreditado por European Yoga Alliance, y se formó como profesora de Vinyasa Flow postgrado por AIPYS.

Agata entiende la práctica de yoga como una herramienta para aprender sobre uno mismo, un laboratorio donde puede uno jugar y experimentar con su cuerpo y su mente. El yoga enseña a buscar el equilibrio, la moderación en todos los aspectos de nuestra vida: equilibrio entre tiempo para uno mismo y para la familia, equilibrio entre descanso y práctica, moderación para no acelerar o forzar las posturas… 

El yoga es una práctica de perseverancia (extrapolable a todo que hacemos en nuestra vida): no darse por vencido con el primer obstáculo que encontremos por el camino, sino perseverar…en la esterilla y en la vida cotidiana… así creamos nuestra propia historia…. Como dijo Aristóteles:” Somos lo que hacemos repetidamente, la excelencia entonces no es acto sino hábito”.